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Es Navidad...

Luz…a un mundo en oscuridad

Hasta no hace mucho tiempo en  todo el mundo,  diciembre era un mes especial.

Celebración religiosa, melodías llenas de esperanzas, iglesias repletas,  y familias enteras  recordando el nacimiento de JESÚS, EL HIJO DE DIOS. El nacimiento de EMANUEL, que precisamente quiere decir Dios con nosotros.

Aquel hecho trascendente que repartió la historia de la humanidad en dos era recordado, admirado, celebrado con conocimiento real o aparente, pero recordado al fin. Se decía que el tiempo de navidad o natividad era un tiempo para mostrar las bondades que  las personas pueden tener y hacer, por el hecho de reconocer que Jesús vino al mundo por amor a nosotros.

Cómo dicen los escritos antiguos, era un tiempo de  paz y buena voluntad.

Pero algo está cambiando alrededor del mundo. Diciembre ya no es un mes especial.

Ni celebraciones religiosas, ni melodías llenas de esperanza, ni iglesias repletas, ni familias enteras recordando el nacimiento de Jesús. En su lugar, vemos celebraciones personales, melodías que en nada tienen en cuenta a JESÚS e iglesias más preocupadas por los asuntos terrenales que por exaltar el nombre de Cristo y dar a conocer el hecho tan real  de que Jesús vino al mundo por amor a nosotros y para salvación de nuestras almas.

Cómo en los tiempos antiguos, este es  tiempo teñido por el  dolor, y las guerras, y de división entre las personas en aspectos que podemos y otros que no podemos imaginar. La humanidad está caminando a tientas  y parece ser que no encuentra el punto de luz que guié su camino. No obstante la humanidad necesita encontrar una luz que  la guíe no sólo a un tiempo  sino a un destino diferente.

Aún así en medio de una temporada difícil para la humanidad, elijo seguir y creer lo que dicen los escritos antiguos. Este tiempo no será eterno. No será para siempre.

Pero ese tiempo de tinieblas y desesperación no será eterno. El pueblo que anda en tinieblas verá una gran luz, una luz que iluminará a todos los que moran en la tierra ...

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte,  Padre eterno, Príncipe de paz. Se extenderán su soberanía y su paz,  y no tendrán fin.

Esperanza…a un mundo en oscuridad

Expectativa, confianza, fe, esperanza de una temporada diferente… ¿Por qué?
Así fue en los tiempos antiguos, así puede ser entre nosotros en el tiempo presente. Cómo en los tiempos antiguos  podemos confiar en esas palabras, porque tales palabras ya fueron cumplidas.  Porque esa gran luz ya vivió  entre nosotros  y ahora vive y alumbra por medio de quienes creen en él.


Esa gran luz es Jesús. El mismo que debería ser celebrado y recordado en estos días.

Jesús mismo dijo: Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo, el que me sigue o andará en tinieblas, sino que tendrá la luz que da la vida…

Así como hay  personas que con su sonrisa, sus palabras, sus miradas, sus abrazos logran traernos de momentos y pensamientos oscuros, así Jesús quiere traernos a la luz de amor y llevarnos por una temporada luminosa por la eternidad. Y no  son solo palabras hermosas, sino que es una gran realidad.

Es Navidad, y por un tiempo pensé que la humanidad  parece haber olvidado el porqué de esta celebración. Otra vez soy optimista y elijo  mirar al cielo para encontrar en la inmensidad de ese espacio la brillante luz que tiene por nombre Jesús…

Feliz Navidad 2019.



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