Aunque sigo “mirando” a algunos personajes contemporáneos a Jesús para aprender de ellos, hoy decidí mirarme en el espejo que son esos escritos antiguos, y esto es algo de lo que vi: “Hola yo soy Gabriela”… Hasta hace algunos años esta afirmación me producía malestar, impaciencia, inseguridad y otros sentimientos que nada tienen que ver con los del día de hoy. Los días, los meses, los años, las estaciones transcurren sin que uno pueda tomarlos fuerte de la mano para detenerlos junto a nosotros. Y es mejor que eso no pase. De otra forma, nos quedaríamos así como así. Años atrás, pensar siquiera en quien era, que hacía, como me sentía, siempre estaba en referencia a otra cosa o a otros. Siempre me definía como mamá de, esposa de, maestra de la escuela tal y otras presentaciones que continuamente estaban de acuerdo al lugar que ocupaba o la actividad que estaba desarrollando. No que aquello no fuera importante, ni que me desagradara, sino que no reflejaba lo que ho