Luz…a un mundo en oscuridad Hasta no hace mucho tiempo en todo el mundo, diciembre era un mes especial. Celebración religiosa, melodías llenas de esperanzas, iglesias repletas, y familias enteras recordando el nacimiento de JESÚS, EL HIJO DE DIOS. El nacimiento de EMANUEL, que precisamente quiere decir Dios con nosotros. Aquel hecho trascendente que repartió la historia de la humanidad en dos era recordado, admirado, celebrado con conocimiento real o aparente, pero recordado al fin. Se decía que el tiempo de navidad o natividad era un tiempo para mostrar las bondades que las personas pueden tener y hacer, por el hecho de reconocer que Jesús vino al mundo por amor a nosotros. Cómo dicen los escritos antiguos, era un tiempo de paz y buena voluntad. Pero algo está cambiando alrededor del mundo. Diciembre ya no es un mes especial. Ni celebraciones religiosas, ni melodías llenas de esperanza, ni iglesias repletas, ni familias enteras recordando el nacimiento de Je