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Mujeres en discipulado. Mujeres en red.


No pido sólo por ellos, sino también por los que creerán en mí cuando escuchen su mensaje.
Te pido que se mantengan unidos entre ellos, y que así como tú y yo estamos unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la gente de este mundo creerá que tú me enviaste. 
Palabras de Jesús   San Juan 17:20-21
Discipulado

Grupos de pares, redes de contención, grupos pequeños. A nosotras nos gusta llamarlo discipulado, porque nos reconocemos aprendices.

Somos mujeres de edades y profesiones  diversas que nos juntamos  dos veces al mes para compartir experiencias de vida; pero fundamentalmente para abrir los escritos antiguos, es decir la Biblia, con el fin de entrar en un diálogo y un conocimiento más profundo de Dios y de lo que él quiere para nosotras.

Nuestro grupo surge como una necesidad que tenemos las mujeres de compartir, hablar, discernir, contenerse y sostenerse unas a otras; aunque este año al menos para mí, parecía ser diferente. Y era la posibilidad concreta de estudiar juntas la Palabra de Dios, palabras inspiradas por el Creador, palabras  que han superado las generaciones en espacio y tiempo, palabras que serían  el centro de nuestra  pequeña reunión.

 ¿Un único libro?

En tiempos de múltiples tareas, múltiples lenguajes, múltiples pantallas y múltiples ideas, elegimos la unidad que se desprende de este libro  tan especial llamado La Biblia porque hemos comprendido  que las palabras que allí se escribieron  pueden ser la guía en nuestro diario caminar con Dios. Esto es tan real para nosotras como puede serlo para toda persona que quiera encontrar el sentido que tiene la vida cuando confía con todo su ser en nuestro Dios…

Llega a ser un día especial…                  

Algunas mañanas llegamos en medio de las preocupaciones que atravesamos en el día a día, otras llegamos con la necesidad de encontrar respuestas concretas a situaciones difíciles, pero algo es seguro, no volvemos como  cuando llegamos,  volvemos con la convicción de haber buscado a Dios en su Palabra con la esperanza de sabernos escuchadas y amadas por Él. Eso es el discipulado para mí…

¿Porque nos gusta llamarlo discipulado?

  • Porque somos aprendices, hijas de Dios y seguidoras del gran Maestro Jesús. De él tomamos este método de reunirnos en grupos pequeños para aprender.
  • Porque además de hablar nosotras, dejamos que sea la Palabra de Dios la que nos guíe y muestre el camino.
  • Porque leemos y socializamos lo que leemos para comprender mejor.
  • Porque no estamos solas, formamos parte de una iglesia en donde hay otros grupos que hacen lo mismo.
  • Porque como una hija que ama a su padre, nosotras amamos a nuestro Padre Dios y deseamos llevar frutos dignos de Él.

¿Te gustaría formar parte de estos grupos de discipulado?

Levanta tu vista, mira a tu alrededor, seguro hay un grupo de mujeres con quienes puedas interactuar. Ora a Dios en este sentido y comienza a pensar en ello. Es todo un desafío, pero hay bendición en ello. Te lo aseguro.




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