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Un nuevo comienzo… en lo relacional

No se como, pero de mi parte estoy tratando de ir con calma. Aún nuestro año no avanza tan rápido. Así es que trato de ir a su paso… Y si bien es cierto que  todos nuestros días tienen veinticuatro horas, la percepción que tenemos del tiempo no es la misma.

Es por eso que en estos días no puedo dejar de pensar en como nos estamos relacionando con nuestros semejantes.  Y eso tengo en mente  cuando pienso en un nuevo comienzo en lo relacional. No porque crea que deba dejar personas de lado, para dar paso a personas nuevas  sino para pensar de qué forma me estoy  relacionando con quienes acompañan mi viaje de camino al cielo.

Estamos en una época donde lo común es tener agendas de teléfono con muchísimos contactos, listas internimables de amigos en otra interminable lista de redes sociales. Necesitamos cada vez mas nombres propios para oficios, y profesiones donde antes solo teníamos uno o dos.  Parece que si no abrimos  abanicos más grandes en cuanto a gente por conocer nos vamos a quedar afuera de todo buen acontecimiento. Entonces casi  sin querer nos encontramos en un sin fin de relaciones  personales, que no son tales,  y en las cuales solo conocemos una parte muy pequeña.

¿No sería este un buen momento para detenernos un poquito? No es necesario que saquemos a nadie.  No estoy pensando en eso. Solo estoy pensando en hacer las cosas un poquito más sencilla y por lo tanto  más simple. Y volver  a aquello que una vez aprendimos como por ejemplo:

  •  Intentar reconocer las caras y las voces de nuestros vecinos más cercanos.
  • Intentar asociar su cara con su nombre.
  • Tocar el timbre, golpear la puerta, y esperar que me abran para decir buen día cuando  llegamos a un lugar.
  • Intentar recordar el número de teléfono de una amiga o amigo cercano.
  • Llamarla por el teléfono fijo para escuchar su voz y percibir como se siente.
  • Hacer una notita a mano, usando mi propia letra para decir que la extraño o que me encanto estar con ella.
  • Anotar los cumpleaños de las personas a las que quiero saludar o dar un pequeño regalo; en mi agenda de papel o en un hojita en la heladera de nuestra cocina.
  • Saludar  a una persona que vemos a diario, por su nombre.
  • Salirme de los círculos de teléfono que no me interesa estar en lugar de silenciar todas la notificaciones.
  • Hacer un cumpleaños en casa tal vez solo con quienes quiera compartir ese día, sin tener que buscar un lugar grande porque no entran todos.
  • No enojarme si alguien no me invitó a su casa, tal vez todavía no logramos tener la suficiente confianza como para abrir las puertas de su hogar.
  • Mirar a los ojos cuando hablamos y abrazar con una sonrisa cuando percibimos que alguien la necesita.
  • Intentar escuchar con todos los sentidos…
Y la lista puede seguir, pero vienen a mi mente las palabras que el mismo Jesús enseñó muchos años atrás y que están registradas en los escritos antiguos y dicen así: …traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes. Ese es el verdadero significado de la ley y de la enseñanza de los profetas.¡Cuánta sabiduría en esas palabras!

Todavía estamos a tiempo, todavía podemos tener un nuevo comienzo...

                                                                                                             Continuará


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